BERNA
La capital de Suiza, enamora.

- Torre de la prisión (Käfigturm)
- Torre del reloj (Zytglogge) — Visita interior 15 CHF
- Palacio federal (Bundeshaus) — Visita interior gratis
- Las arcadas medievales (Lauben)
- Locales subterráneos y bodegas.
- Catedral (Münster) — Subir a la torre 5 CHF
- Parque de los osos (Bärengraben) — Gratis
- Jardín de las rosas (Rosengarten)
- Museos de todo tipo y esposiciones de arte.
– Schwellenmätteli: Bar- restaurante con vistas. Al mismísimo pie de río, o más bien sobre él. La terraza está literalmente sobre el río Aar, así que puedes comer o tomar algo envuelto/a por su sonido y belleza. Nosotras tomamos un tentenpie y unas bebidas y los precios fueron correctos. En cuanto a la carta para comer la puedes consultar en su web: https://www.schwellenmaetteli.ch/en/
– Zunft zur Webern. Bodega restaurante. Si lo que te apetece es pegarte un homenaje y degustar platos típicos suizos como la fondue o el rostie, este es un buen sitio. Tiene una bodeguita en la parte de abajo, muy romántica y acojedora. Consulta precios antes de bajar… ¡Y disfruta! https://www.restwebern.ch
Cuaderno de viaje

Mapas
Torre de la prisión (Käfigturm)

Nosotras, como no podía ser de otra manera, empezamos a corretear por allí tentando a la suerte, y Tibet, que no intuye el peligro, se dio algún pequeño refrescón.
Con la sonrisa puesta, nos acercamos al «Bundeshaus», centro político de Suiza. Una construcción imponente y particularmente bonita. Además, los parques que la rodean y las vistas que puedes contemplar desde allí… Hacen un conjunto perfecto. Te recomendamos perder un poco de tiempo en sus alrededores. Además, puedes entrar a visitarlo.
Restaurante vegetariano Tibits
Como a Noelia le encanta hablar con desconocidos/as, no dudó en preguntarle a unas Bernesas que comían en uno de los bancos, que dónde habían conseguido esa suculenta comida «take away».
Nos remoendaron el «Tibits», un restaurante de comida vegetariana donde comimos muy a gusto. Si te gusta este tipo de comida, o te apetece probarla, es un sitio donde acertarás seguro y a precio razonable. (Si quieres más info sobre el restarurante lee: «Dónde comer», al principo de esta página)


Arcadas medievales (Lauben)

Catedral (Münster)
Es la torre de iglesia más alta de Suiza, y una catedral gótica impresionante en general. Aunque yo de arte no pueda hablarte, allí mismo te facilitan la información histórica de esta bestial obra de arte.


Respecto a Tibet, no la dejaron entrar a la catedral. La dejamos custodiando la puerta, y le dimos el número de teléfono a la chica de la entrada, que era muy amable, y nos dijo que nos llamaría si había algún problema. (Con lo miedica que es Tibet… incluso se libró)




A pesar de que la idea de ver animales en «semi-libertad» nos crea controversia y a mi personalmente me aberra, ver la cara de Noelia fue todo un poema. Ella, fanática empedernida de los animales, fue la primera vez que vio un oso en vivo y en directo. Lo cierto es que me costó mantener a Noelia y a Tibet, las dos estaban entusiasmadas y querían entrar a jugar con los osos… No sé cuál estaba más eufórica.
Si tu moral no te lo impide, es una visita imprescindible. Además es gratis, ya que el parque de 6000m2 se ve desde la calle.
Rivera del río Aare

Ese paseo vale oro, te transporta a plena naturaleza estando en la capital del país.
Desde el parque de los osos puedes subir al jardín de las rosas, cosa que descartamos por la época del año, aunque según dicen hay unas vistas preciosas y un bar para tomar algo si te apetece.
Nosotras caminamos por la rivera dirección «Helvetia platz», y paramos a repostar en un bar situado literalmente encima del río, el Schwellenmätteli. Si cerrabas los ojos, el ruido del agua te transportaba y te envovía.
Muy recomendable, aunque sea, pasarse a verlo, porque es toda una experiencia.
Creo que lo que más me gusta de una ciudad es su naturaleza, y es asombroso el verde que inunda la capital de Suiza, y la forma especial en la que el río Aare abraza su casco antiguo.
Berna tiene muchísimo por descubrir. Espero que te haya servido nuestra aventura, y disfrutes de tu visita por esta bella metrópoli.
Mientras volvíamos hacia la estación de tren para volver a casa (Zermatt), nos preguntábamos: ¿Y si venimos a vivir una temporada a Berna?
Nos encantó la ciudad. Si volvemos, prometo contarte todo lo que descubramos.
Un abrazo.